Bendita la Reina de nuestra montaña,
que tiene por trono la cuna de España
y brilla en la altura más bella que el sol.
Es Madre y es Reina. Venid peregrinos,
que ante ella se aspiran amores divinos
y en ella está el alma del pueblo español.
Dios te salve, Reina y Madre
del pueblo que te corona
y entre cánticos que entona
te da el alma y corazón.
Causa de nuestra alegría,
vida y esperanza nuestra,
bendice a la patria y muestra
que sus hijos tuyos son.
Como la estrella del alba
brilla anunciando la gloria
y es el pórtico tu gruta
del templo de nuestra historia.
Ella es el cielo y la patria,
y el heroísmo y la fe.
Y besa el alma de España
quien llega a besar su pie.
¡Virgen de Covadonga, virgen gloriosa!
flor del cielo que aromas nuestra montaña,
tú eres la más amante, la más hermosa.
¡Reina de los que triunfan, Reina de España!
Nuestros padres sus ojos a ti volvieron,
y una patria adivinó,
con tu nombre en los labios por ti lucharon,
con tu amor en las almas, por ti vencieron.